jueves, 17 de septiembre de 2015

Carta a un padre ausente

Afrontar el primer día de escuela, aprender a andar en bici, pedir un consejo o presentarle a su primer novio. Una lectora viajó a hasta Europa para conocer a su padre ausente, la respuesta no fue favorable y decidió escribir y hacer pública una carta. 

"Hola,  mi nombre es Betania Cobo. Hace un tiempo que viajé a Europa en busca de mi padre y no pude contactarme con él de la manera en que imaginaba y decidí escribirle una carta a un padre ausente, en este caso el mío", así se presentó Beta, como se apoda, a nuestro diario y comenzó a relatar su historia de vida. 
"Es mi primer paso para cumplir mi sueño de escribir un libro con mi historia. Amo escribir y lo hago desde muy chica como un hobby", agregó, segura del paso que iba a dar. 
"Quiero compartirla con la finalidad de llegar a personas que quizá están pasando por la misma situación. Mis ganas hicieron que pudiera sentarme a escribirla y pude hacérsela llegar a el después de más de 20 años buscándolo". 
Esta es la Carta a un padre ausente
Juan:  
Hoy te imagino y confío en que estás del otro lado leyendo esto. Hoy, es el momento justo para escuchar que por fin encuentro el modo, junto las ganas y saco todas mis fuerzas para decirte que pase más de veinte años imaginando este día.
En todo este tiempo, casi un cuarto de siglo, que no es poca cosa, lo único que hice fue aprender a crecer,a confiar, a caer miles de veces y apoyarme en las personas que se fueron cruzando en mi camino. Y creo que lo mejor que hice fue aprender a sobrevivir, y lo hice sin vos. Lo sigo haciendo cada día gracias a la confianza que me tengo. Una y mil veces confío en mí, en la persona que soy y en la que me quiero convertir.
Gracias a los miles de golpes que soporté de esto que se llama vida y amo vivir apasionadamente, gracias a la historia que escribieron todos para mí, a la noches de angustia y soledad, a los días eternos de sufrimiento y llanto, a las muchas maneras que tuve de contar mi historia, a las esperanzas que perdí una y otra vez, a los consejos que necesité y no tuve, a los abrazos que dí buscando algunos a cambio, al miedo que me aterrorizaba de no poder ser alguien en la vida. Gracias a que necesité un poco de amor, sólo eso, aprendí que a esta vida vine sola, y así también me voy a ir de ella. Por eso acá no hay ensayos ni segundas oportunidades, no tengo el tiempo de equivocarme para poder remediarlo, no tengo tiempo de volver años atrás, y tampoco lo haría. No cambiaría ni una página de esta historia, por el simple hecho de que hoy puedo sentirme orgullosa de la persona que soy gracias a todo esto.
Pasé demasiadas noches pensando si te acordabas de mí, muchas navidades sin recibir una carta de tu parte, y veinticuatro cumpleaños sin un saludo. Vos crees que esto es poco para decirte que a la vida le agradezco por alejar al  hombre que me vio nacer y me enseñó lo que es sufrir por amor. Porque preparaste cada parte de mí para sufrir centímetro a centímetro el abandono de alguien que no tuvo el coraje para salvar de este destino a lo más hermoso que puede pasarle a una persona, un hijo, la esperanza, la fuerza, las ganas, la valentía, la razón de ser padre.
Siento que el momento es ahora, este es mi momento para empezar a escribir mi propia historia y no vivir de recuerdos aunque pocos sean, o de lo que otros dicen. Me cansé de vivir a través de otros ojos. Esta soy yo, acá firme y segura de que no voy a arrepentirme de nada de lo que sienta hacer.
De miles de kilómetros que nos separan, de kilómetros de distancia en sentimientos no puedo culparte, no puedo reprocharte, no puedo juzgarte, porque no fuiste nada, y eso fue todo. No hubo un sentimiento que te mueva para tener ganas de jugar conmigo, de enseñarme a atar los cordones de mis zapatos o andar en bici, no quisiste acompañarme a ningún  acto de escuela, no dejaste que te pregunte qué vestido me quedaba mejor para salir con mis amigas, no pude mostrarte mis notas y pedirte ayuda con mis tareas, no quisiste que te presente a mi primer novio, no dejaste que te pregunte en que creías que podía ser buena el día de mañana, no me enseñaste a ser cada día mejor persona,  no hiciste que llore en tus brazos por perder al ser que me dio la vida, esa persona que amaste y que de ese amor fui yo el premio. Y que loco que justo alguien tan inocente pueda salir así lastimado. Porque no fuiste nada de lo que alguna vez necesité, por no ser mi padre, mi ejemplo, mi guía, mi compañero y mi amor más verdadero. Cómo puedo juzgar a alguien que ni siquiera quiso conocerme?
Fui creciendo y no quería ni imaginar que nunca fui parte de tu vida, nunca quise asumir que los miles de llamados que hice para escucharte fueron los que más me seguían destrozando, nunca quise pensar que sos una mala persona, un egoísta, un cobarde.
Pero lo que si me imaginé muchas veces era si tendremos los mismos gustos por la comida salada, o si preferís la naturaleza más que la ciudad, si te lavás mas de diez veces al día las manos como yo, si con lentes nos vemos parecidos, si nuestro tono de voz suena igual o si movemos mucho las manos para hablar, si dormir muchas horas es lo que más nos gusta hacer o si pasar mucho tiempo en casa es lo que preferimos. De eso nunca estuve segura. Pero de lo que sí no dudé nunca fue de pensarte siempre como el ejemplo más grande de la persona que no quiero ser.
La última vez que me viste era una niña, inocente, sencilla, dulce y llena de sueños. Imaginate que no tenia idea de  lo que era la vida y así y todo fue más fácil dejarme echada a mi propia suerte. En todo este tiempo de niña me convertí en una mujer, y creeme que no fue nada fácil. Me costó años entender el valor de una familia, el crecer sin preocupaciones, el soñar con una vida llena de amor, me costó aceptar que no ibas a volver a buscarme. Me costó ir al escuela y no tener la ayuda que necesitaba, me costó confiar en las personas y sus promesas, me costó creer que cuando fuera grande las cosas mejorarían. Porque fue difícil entender que de ésto se trata  la vida, de caer y levantarnos todo el tiempo, que a veces estamos arriba y otras abajo, que los amores te rompen el corazón en mil partes y después como si nada vuelven a juntarte los pedazos para volver a amar, que hay que dar lo mejor que tenemos a los demás para que sean aún mejores que nosotros, que todo lo que sube, baja y que cuando menos lo esperamos el mismo destino se ocupa de nuestra recompensa.
Este era mi destino, vivir esta historia así, con este libro a medio escribir. Los culpables de poner “Había una vez” fueron ustedes, mi mamá y vos. Pero la única que sigue completando páginas soy yo. Entonces no quiero seguir viviendo de ilusiones, ni esperanzas que se rompen con el tiempo, de suponer que esto tenía que ser así, de pensar que a lo mejor era lo que merecía para mí, o de creer que algún día.... basta! Hoy estoy acá escribiendo para mí, porque merezco cerrar etapas en mi vida, alejarme de situaciones, emociones y sentimientos que me duelen, merezco poner punto final a ese comienzo que quedó en mi pasado, merezco mirar para adelante y seguir siendo esta que soy, pero ir mejorando con los años mis versiones. Porque me costó tanto aprender a usar mi bici sin ruedas como a pararme en frente de muchas personas y contar la triste versión de mi historia sin avergonzarme, me costó confiar en que las cosas malas le pasan a todo el mundo y que de ello nace lo que somos,  me costó aprender a pintarme las uñas y a limpiar mi casa al mismo tiempo, me costó verme como una hermosa mujer frente al espejo tanto como subir a un escenario y recibir el título de la carrera que elegí estudiar, me costó volver a confiar en un hombre después de amar sólo uno por años, me costó rezar sin perder la fe tanto como aprender a traer a esas personas que no están conmigo y que día a día necesité.
Fue a veces imposible seguir caminando con tanto peso en mi espalda, a veces parecía cortarse mi respiración, mis pies se clavaban en la tierra y mis ojos no eran capaces de encontrar ningún horizonte.Pero tu ausencia me premió con el saber estar de otras personas.
Hoy le debo la vida a las maravillosas abuelas que tengo y al hermano mas increíble que me toco. Yo no elegí a ninguno para que forme parte de esta historia, pero si tuviera que hacerlo no los cambiaría por nadie más.
Lamentablemente mi mamá ya no está, ni acá, ni ahí ni allá. No tiene más tiempo para pasar conmigo, no tiene la oportunidad de verme otra vez, no puede escucharme hablar sin parar, no puede reirse de mis locuras y al mismo tiempo de lo simple que soy, no puede retarme cuando hago algo mal. Simplemente ya no puede nada de todo lo que me gustaría que haga. Pero ella esta ahí, y yo estoy acá, mas segura que nunca de que no estamos en este lugar para probar a ver como nos salen las cosas total después vemos como remediarlas, no podemos vivir pensando que algún día algo va a pasar si en realidad no hacemos nada diferente para que algo pase. Yo lamento decirte que si algo no me falta es coraje y que acá estoy tan preparada para recibir una caricia como un golpe. Porque soy de las que prefiere caerse, que algo le salga mal, antes de arrepentirme por no hacer eso que sentía o que creía que tenía que hacer.
Después de tantos años aprendí a valorar tanto mi vida, aprendí a hacer hasta lo imposible por retener cada día a las personas que deciden quedarse acá conmigo, aprendí a valorar el amor incondicional de los que me eligen para hacerlos felices, aprendí a dar siempre todo lo mejor que tengo y a ver como todo eso me volvía, aprendí a llenarme de enseñanzas, a escuchar los consejos mas sinceros, aprendí a hacer las cosas con amor porque así no hay límite de error, aprendí sobre todas las cosas a creer en mí. Por eso estoy acá, y ahí con vos tratando de poner en palabras todas las cosas que pasaron por mi mente todo este tiempo.
Hoy la vida me dejó tomar un recreo del drama y me trajo hasta acá, para respirar hondo y seguir. Como te dije antes basta, quiero poner un fin. No me importa que tan triste sea, o cual tenga que ser el precio para después levantar mi cabeza y sonreir.
Creo que es demasiado injusto que vos estés ahí en tu casa leyendo todo esto y viendo a tus hijos hacer las tareas charlando con sus amigos y a tu mujer en la cocina preparando la comida, mientras que yo estoy acá, tu primera familia, apartada de esa vida que vivís feliz y dejándome atrás con el paso de los años.
Cada palabra que escribo es escrita por mí y para mí, para mejorar mi vida, para no sufrir más, para seguir adelante, para cerrar esta etapa y para tener lo que merezco. Hace tres meses que vine en busca de mi propia felicidad, de mi crecimiento y mi experiencia. Estoy en Italia, y este viaje hermoso se está terminando y no quería que acabe sin hacer esto que siento. En dos semanas me vuelvo a la Argentina y no quiero irme como vine. No crees que es el momento para que nos sentemos a hablar como dos personas adultas que somos? 
Betania

lunes, 14 de septiembre de 2015

Lo Mejor De La Costa

Martina's Cakes & Bakery House

Lo mejor en cupcakes, tortas simples, tortas especiales, temáticas, popcakes, y todo lo que te puedas imaginar... "la dulzura"

Martina's  Comunicate ya al 0225715535611

Y también realiza viandas con ensaladas frescas, a gusto

Los viernes, sábados y domingos son especiales de picadas y empanadas.

Encargar con 5 días de anticipación, ingresa a la página y comunicate con ellos... y no te arrepentirás