jueves, 20 de diciembre de 2007

Mamá a los 40 y tantos




Cuando cumpli 43, ya comenzaba a transitar la segunda juventud, y esperaba retomar mis cosas postergadas a gusto, por criar a mis hijas Paula, Maria Belen y Martina.
De pronto, ¡ tengo un retraso !.... no puede ser....
No puede ser,,,, despues de idas y venidas, analisis, ecografias y otras cositas, (por la edad vio señora), el médico me dijo... Estás embarazada....
Chan! Baldazo de agua fria, y millones de preguntas, el peligro, la edad, será sanito?, y miles mas.... no resueltas y vuelta a pensar millones de cosas.
Para no pensar tanto decidí buscar información en internet, y encontré cosas como estas.....
Los riesgos de un embarazo tardío

Es un hecho que las mujeres de hoy en día postergan cada vez más su maternidad. Razones sociales y laborales les obligan muchas veces a tomar la decisión de ser madre a los cuarenta. Pero aunque los avances médicos en este campo han sido espectaculares, existen riesgos que toda mujer debe conocer antes de tomar esta decisión.





Por cada diez mujeres embarazadas, cinco lindan los cuarenta años. ¿Por qué? Muchas veces se toma la decisión de postergar el tener descendencia por afianzarse en el mundo laboral, por incorporarse tardíamente a las relaciones estables o por el alto nivel de infertilidad que retrasa los nacimientos.
Además, una mujer a los cuarenta todavía es considerada una persona joven. La menopausia tarda más en llegar y la esperanza de vida se sitúa ya en torno a los 80 años. Todos estos factores, junto con los nuevos descubrimientos médicos que permiten desarrollar un embarazo con total seguridad, son decisivos para que las mujeres tomen la decisión de concebir un hijo a edades avanzadas.

Pero a pesar de todos estos avances en la medicina, es necesario que las mujeres conozcan los riesgos relacionados con los embarazos a partir de los cuarenta y sean consecuentes con su decisión.

Riesgos para el bebé
Las mujeres que rondan los cuarenta tienen el doble o el triple de probabilidades de tener un bebé con enfermedades genéticas o malformaciones congénitas que las mujeres más jóvenes.

Por ello, los médicos aumentan el control y los estudios prenatales en estas edades. Gracias al monitoreo cardíaco fetal, las ecografías y el análisis de biología fetal, entre otras técnicas, se pueden anticipar muchos de los problemas de salud que puede tener el bebé antes de nacer. Con todos los datos en la mano se pueden tomar las medidas oportunas para solucionar cualquier imprevisto lo antes posible, con una cirugía pre o postnatal.

Los problemas más habituales que se le pueden presentar al feto son:

Abortos espontáneos. Aunque ocurre en mujeres de todas las edades durante el primer trimestre de embarazo, la tasa de estos abortos en mujeres de edad más avanzada es mayor que en mujeres más jóvenes.

Bebés de bajo peso y prematuros. Las madres primerizas mayores de cuarenta tienen más probabilidades de tener un bebé de bajo peso (menos de 2,5 Kg) o prematuro (menos de 37 semanas).

Trastornos cromosómicos. El más común es el síndrome de Down, una combinación de retraso mental y anomalías físicas causada por la presencia de un cromosoma 21 de más. A los 25 años una mujer tiene una probabilidad de 1 en 1.250; a los 30 años de 1 en 1.000; a los 35 de 1 en 400; a los 40 de 1 en 100 y a los 45 de 1 en 30.
Para reducir al mínimo el desarrollo de estos problemas existe una serie de pruebas prenatales indicadoras de cómo evoluciona el feto y que permite tomar las medidas adecuadas incluso antes de que nazca:


Ecografía. Es un estudio rutinario que se realiza a todas las embarazadas, sea cual sea su edad. En el primer trimestre de gestación, permite confirmar los latidos y movimientos fetales, el número de embriones y la localización placentaria. En el segundo, indica el crecimiento del feto y su ubicación intrauterina. Y en el tercer trimestre, alerta de posibles complicaciones en el parto. Ahora hay ecógrafos que brindan imágenes tridimensionales, siendo capaces de distinguir venas y arterias e incluso mostrar la cara del bebé.

Análisis genéticos. Aportan información sobre la existencia o no de malformaciones en el feto, muchas de las cuales se pueden solucionar con cirugía antes del parto. También son útiles para detectar problemas de tipo genético: síndrome de Down, Trisomía del Cromosoma 18... Existen varias clases de análisis genéticos: amniocentesis, por el que se extrae líquido amniótico del útero; vellosidades coriales, que es una biopsia placentaria; o cordonocentesis, la extracción de sangre fetal. Estas pruebas tienen un mínimo peligro de aborto, alrededor del 1%.


Guau! Peor que lo peor.... mas asustada que nunca.... decidi calmarme, y bb en panza... seguimos adelante.
Y bueno, el 17 de marzo de este año nacio un........a bebota..... Luciana.... otra nena!!!!
Mujeres, jovenes, no tan jovenes, de todas las edades...... aquí se las presento!!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, muy preciso tu nota, en este momento yo estoy pasando por lo mismo y me diste mucha fuerza. Gracias. Analia